viernes, 21 de diciembre de 2012

Tal como éramos

Hubo un tiempo en que Miss Airgam fue niña, un tiempo muy muy lejano en el que sólo había 2 canales de televisión, en muchas casas en blanco y negro, no había vídeo, ni DVD, ni ordenadores, ni móviles, ni nada parecido, lo que sí había era Navidad y también mucha ilusión. En ese tiempo tan lejano había juguetes, pero Dios mío, qué juguetes, algunos eran más una venganza que otra cosa. Con la Navidad a la vuelta de la esquina como quien dice, me apetecía hacer este homenaje a las navidades de cuando éramos niños y recordar esos juguetes de nuestra infancia que tan buenos momentos nos han proporcionado.

El Cine-Exin, bueno, más que un juguete eso era un invento del demonio. En mi casa tengo que decir que se rompió exactamente el día que lo estrenamos, yo lo abrí, emocionada y nada más abrir la caja y ver que traía sólo 2 películas ya pensé: “¿pero qué mierda es ésta?”, qué vamos a poner aquí cuando ya hayamos visto las 2 películas?” Porque de otras pelis no se hablaba en ningún sitio. El caso es que tras muchos esfuerzos por parte de mi padre y algún mecagoentodoloquesemueve, consiguió poner la película que más que una película era un horror que iba a cámara lenta mientras tú le dabas vuelta a una ruedecita (os juro que no es coña) para que pasaran las imágenes. El caso es que cuando acabo la peli aquello hizo chis-púm y a tomar por culo, nunca más volvió a funcionar…  vamos que la segunda peli nunca la vimos…. Ante la cara de horror que pusimos mi hermana y yo (se mascaba la tragedia), mi padre nos dijo: “no pasa nada, si lo guay de este juguete es que te sientas delante de la tele y mueves la ruedecita y te imaginas que la películas la estás poniendo tú….” Con un par…. Juguete de mierda número 1.
Otro juguete interesante también era un muñeco que se hacía pis encima, no sé porqué lo de hacerse pis era muy importante, sino tenías un muñeco meón no eras nadie. El caso es que al muñeco le dabas el biberón, y luego le tenías que poner corriendo sentado en un orinal porque bebérselo y mearse era todo uno, , tiempo de espera de digestión no tenía el pobrecico, lo suyo era más bien incontinencia. Y digo yo, los fabricantes, la asignatura de anatomía la suspendieron, no? tenía un agujerico en el mismísimo y por ahí le salía el agüilla, una porquería vamos, luego siempre se le quedaba agua dentro que a mí me daba un asco…., así que para sacársela le quitaba una piernecilla y lo ponía a escurrir en el bidé, todo glamour, vamos, el caso es que tantas veces le saqué la pierna que ya se le quedó como floja y cuando le daba el biberón que ya opté por dárselo desnudo, a mí no me daba tiempo a desnudarlo, lo tenía todo el día en pelota picada, se meaba pero directamente por la pierna,…. Juguete de mierda número 2.
Y por último y no por ello menos importante, el juguete de Química, que era algo muy interesante para pirómanos en potencia, era un juguete más masculino, por así decirlo, por suerte, yo tenía primos chicos y ahí todo un mundo de posibilidades… era un juguete aparentemente guay, todo lleno de botecitos que riete tú del maletín que llevan los del C.S.I., esto no tenía nada que envidiarle. Lo abrías, te leías las instrucciones y aquello parecía el manual del perfecto terrorista, hacías una bomba fétida (que era auténtica, no había manera de acabar con aquel olor) y un petardo, que explotaba de verdad, a continuación si quedaban supervivientes, venía el adulto de turno, le arreaba una bofetada al primero que se le ponía a tiro y clausuraba el juguete de por vida…. y no estamos traumatizados ni nada, el juguete molaba pero duraba exactamente un día, luego nunca más lo volvíamos a ver. Juguete de mierda número 3.
Y ahora, homenaje al juguete más moderno de nuestra época: yo que crecí viendo Heidi y Mazinguer Z, tuve el privilegio de jugar con la consola del jurásico: a mis primos les trajeron una consola de videojuegos que era más grande que la tele y al enchufarla podías jugar al tenis….einsssss? ¿al tenis? El juego consistía en que en la pantalla “negra” de la tele, dividida en dos por una línea blanca había dos rayitas, blancas también, viva el minimalismo, una para cada uno de los jugadores, la pelota era un punto, blanco también, que iba de un campo a otro y tú tenías que darle con la rayita…. Vamos, igualito que el Tenis Gran Slam al que juegan ahora mis hijas….. pero eso era lo más de lo más… p’haberse matao….
Podría seguir así hasta el infinito y más allá, con este momento revival de Cuéntame, pero casi que mejor lo dejamos y me voy de vacaciones que me hace muuuuuuucha falta. Feliz Navidad a todos…., qué lo paséis fenomenal y que os traigan muchas cosas Santa Claus, los Reyes Magos o la madre que os parió, lo importante es la ilusión. Besos


jueves, 13 de diciembre de 2012

Llega la Navidad y yo con estos pelos....

La Navidad ha venido y nadie sabe cómo ha sido….
Bueno, sí, ha venido como todos los años, a traición. Allá por el mes de septiembre pienso que ese año no me va a pillar el toro, que en octubre empezaré a pensar regalos y a ir comprándolos, por aquello de repartir un poco el gasto también, pero nada, no hay manera, voy viendo que se acerca Halloween, y pienso, bueno, aún hay tiempo, luego veo a lo lejos el puente de diciembre y sigo pensando, aún hay tiempo…. Total que lo voy dejando, llega el puente, ponemos en Airgam Home el decorado navideño y pistoletazo de salida para la vorágine…. Ay por Dios, quedan menos de 2 semanas y aún me falta taaaaaaanto por hacer…. Así que aquí estoy con síndrome pre-navideño, es una nueva enfermedad que suele presentarse cada año por esta época, cuyos síntomas son golpes de calor (por la elevada temperatura de los centros comerciales), dolor de pies (por las carreras y las colas para pagar y envolver regalos), sudores fríos (cuando ves que tu tarjeta de crédito echa humo), agobios (al ver que se acerca la fecha de entrega de regalos y aún te falta la mitad) y una profunda sensación de desasosiego continua porque piensas que se te olvida comprar algún regalo y te vas a dar cuenta cuando ya sea demasiado tarde… por eso hago listas y más listas y las repaso una y otra vez, y me planifico el poco tiempo libre que tengo….
Cada día es una batalla ganada en la carrera contra-reloj de la compra de regalos, cada día llego a casa, y rezo para encontrar sitio cerca del portal (de mi casa, no el de Belén), porque cuando abro el maletero y veo las bolsas que tengo que transportar se me abren las carnes literalmente, ayer sin ir más lejos, tuve que recorrer una manzana, con tacones (sólo se me ocurre a mí), el bolso (en el que parece que llevo piedras), las llaves del coche y de casa, dos bolsas en cada mano de las que te cortan la circulación, otra del Mercadona en el hombro con unas cremas y 2 litros de zumo, el gorro de mi hija que se lo había dejado en mi coche y a punto de ser estrangulada por mi propia bufanda. Total que llegué a casa sudando como un pollo, y no sabía qué hacer primero, si soltar las bolsas o arrancarme los zapatos…. Y así es la vida que me espera cada día hasta que empiece oficialmente la Navidad.
Para paliar los síntomas de esta nueva enfermedad, que no tiene mayores consecuencias, pasa sola, lo que recomiendo es darse un poco al alcohol, llegas a casa, te despojas de los zapatos, te pones un pijama cómodo a ser posible de franela y de cuadros, las zapatillas de estar en casa y te derrumbas en el sofá con una cervecita y un cuenquito de aceitunas…. Mano de santo, os lo digo yo…

Y menos mal que del avituallamiento se ocupa Mister, que lo que me faltaba ya es ir al super a por las toneladas de comida que se supone hay que ingerir en estas fechas que se nos avecinan, que en vez de la Navidad parece el Festival de la gula. También cada año pienso, que es el último que hago esos menús pantagruélicos, pero al final termino por dejarme llevar por la vorágine y ceder a la voz de la abuela Airgam que resuena en mi cabeza como una Pepita grilla en versión Arguiñana,”Pero hija, sólo vas a poner eso? Ya te llevo yo un pastel de pescado, unas gulas y unos langostinitos, ah y unos buenos espárragos, pero de los gordos, eh…” y yo pienso: “Sí mamá, de los gordos, todo de lo gordo y a lo bestia, no se vaya a quedar alguien con hambre diosmelibre….” Recuerdo un año que se empeñó en comprar un pavo relleno…. Que se supone era como para 6, creíamos 6 personas pero en realidad era para 6 sermanas, que nos salía ya por las orejas…. todo el que pasaba por casa se llevaba un tupper con pavo, que venía un señor a traer un telegrama, muslito de pavo que te crió, que viene la asociación de basureros unidos a por el aguinaldo, trocito de pechuga…. porque para nuestras madres nada es suficiente, sobre todo en Navidad y como ya no nos regalan juguetes, pues ahora nos quieren regalar comida, yo le voy a decir que en vez de unos “langostinitos” me traiga un bolso de Loewe, a ver si cuela…. que además soy alérgica al marisco, mamá, A-L-É-R-G-I-C-A, yo estoy convencida que he desarrollado esta alergia de mayor por la cantidad de langostinitos ingeridos de pequeña. Claro que mi padre también contribuyó con su campaña publicitaria de “hincharos de langostinos que cuando seais mayores ya no habrá”, y yo: “es que me dan asco” y él: “qué ingnorancia….” Y venga a echarme langostinos en el plato que me miraban con esos ojitos… qué ascazo por Dios….. y alguna tía diciendo: “pues los langostinos que puse yo ayer eran mucho más frescos…” ahí queda eso….., porque siempre son más frescos los de los otros, los que no están en la mesa y la otra a punto de hiperventilar: “no lo entiendo, me han costado un congo y el pescadero me ha jurado por la biblia y por su santísima madre que los habían pescado esas misma mañana….” Mis primos mientras haciendo la clásica lucha de langostinos que consiste en atacarse el uno al otro langostino en mano y gana el primero que descabeza el langostino del contrario… qué Navidades más entrañables con el discurso del rey de música de fondo: “me llena de odgullo y satigsfacción….”
Después de esta parrafada pensaréis que no me gusta la Navidad, pues no, en realidad me encanta, y lo hago todo con mucho gusto, sobre todo desde que tengo a las pequeñas airgamitas y es que la Navidad en realidad es por y para los niños que tenemos y los que fuimos un día muy muy lejano….  Ahora, que marisco  no pongo aunque me maten…..

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Qué les pasa a los hombres con .... la tele


Hace tiempo vengo observando que Mister y yo tenemos distintos gustos a la hora de ver una peli o una serie, vamos que no nos parecemos en nada. Al principio pensé que era pura casualidad, pero ahora empiezo a creer que es un tema de sexo, que en el fondo es a lo que se reduce casi todo.
Resulta que él es el amo y señor del power, es decir, del mando a distancia y sino me creéis, podéis leer este post que publiqué en El Diván: El mando a distancia
A mí no es que me importe mucho, pero me llama la atención los programas que le gustan.
Resulta que hay un canal que es el hit de la testosterona y es el Discovery Max, que no sé porqué no lo han llamado Discovery Gilipolleces directamente, tiene unos programas que no tienen desperdicio. Hay uno en el que unos tíos con el pelo largo y llenos de tatuajes se dedican a fabricar motos que ya sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Pero vamos a ver, alma de cántaro, si os vas a matar a las primeras de cambio, pues efectivamente, el pobre indio nosecuántos se calzó una hostia de concurso a 2 por hora, por ir de pie en la moto de fabricación casera y sin casco, que el pobrecico no lo contó… se veía venir….
Hay otro programa que hacen que te han robado el coche, no le veo yo la gracia…, compinchados con un familiar/amigo…., con amigos así, quien necesita enemigos, pero resulta que era de broma, te lo roban pero es para tunearlo, luego te lo devuelven totalmente cambiado que tú dices, si tenía el coche así sería que le gustaba, no? A santo de qué viene que te lo tuneen? Misterios de la vida.
En otro te explican cómo se hacen las cosas, que bueno, tiene su aquel, pero vamos, yo personalmente ver el proceso de fabricación de una botella de Mahou cuando lo único que me interesa es bebérmela, pues que te voy a decir, como que no me va mucho.
Y esto es sólo el principio, hay muchos más de lo más variado, monstruos de río, parásitos en tu cuerpo, ataques de tiburones, superhéroes de pacotilla, vamos, una delicia de amor y lujo….
Luego están los deportes en la tele, que ya es la repanocha, y menos mal que a Mister no le gustan mucho, porque sé de buena tinta que hay algunos especímenes que hasta le gritan a la tele y se suben al sofá de pie para animar…. Sin comentarios también….
Ya como repongan las típicas películas masculinas estás perdida, no soltarán el mando ni para ir al cuarto de baño, no les vayas a cambiar de canal. Algunos ejemplos son: Resacón en Las Vegas (no me hace mucha gracia, pero Mister se ríe a carcajadas), Dos Tontos muy Tontos (creo que en mi casa se ha visto unas 10 veces), Dos Tontos muy Tontos (2ª parte), y ya el colmo de los colmos, la única peli en la que sale un macizo y que a los hombre les gusta, que es Mátrix, os juro que no la he entendido nunca, la he visto sólo una vez, las otras me la he dormido directamente, pero con la babilla colgando por la comisura del labio, y no la entiendo, yo creo que hay que ser un tío para entenderla, ¿la realidad es real o todos estamos en Matrix y la realidad es un sueño? Qué me lo expliquen porque no lo entiendo…
Definitivamente Dios creó el Discovery Max para que las madres pudieran tuitear, qué ponen esta noche en la tele?